mariposa monarca

domingo, 15 de abril de 2012

C A F F E E - La hora del café

La hora de café

… era entre las cuatro y las cuatro y media de la tarde. Cuando era niña, las mujeres de la familia se reunieron cada dos semanas, siempre en una casa diferente. Me tenía que poner un vestido limpio, con lo cual no podía salir para jugar en la calle. Esto de no salir no me gustó, pero lo aguanté, porque sabía que había una recompensa. Mi mamá, mi abuela, las tías, y las tías abuelas tomaban café, y a los niños se servía jugo o un sucedáneo de café, que tenía el mismo color, pero nada de cafeína. La recompensa era pastel, dos o tres tipos diferentes, todos preparados el mismo día por la anfitriona. Cuando pienso en estas delicias, siento nostalgia. Eran los mejores pasteles, sabrosos y cuidadosamente decorados. Todos estábamos sentados en una mesa puesta con mantel y la mejor loza de la casa. Mientras comíamos, los adultos hablaban de cosas que no entendía, pero aun así era divertido escuchar la conversación, la expresión de emociones, y era interesante observar las caras de la gente. Prefería observar a los demás en vez de contestar preguntas que me hacían. Recuerdo estas reuniones como momentos llenos de placer.

No hay comentarios.: