Desde
principios del año, leemos una citación de Gandhi antes de comenzar el día. El
tema de la vida de este gran Ser era la búsqueda de la Verdad.
Como Gandhi
comprende esta palabra, la Verdad aparece cuando un ser humano dice lo que
piensa y hace lo que dice. En este sentido, la Verdad es un fenómeno que ocurre
en la intimidad de cada uno de nosotros. Solamente cuando tomamos consciencia
de nuestros pensamientos y los comparamos con las palabras que decimos y
escribimos, podemos saber si somos personas verdaderas. Si logramos establecer
una congruencia entre nuestros pensamientos y nuestras palabras, las acciones
pueden seguir.
Para
alinear nuestras acciones con nuestras palabras, podemos pedir apoyo a los
demás. Pero poco nos sirve alinear nuestras acciones con nuestras palabras si
las palabras no corresponden a nuestros pensamientos. Podemos pensar que esta
alineación es imposible. Parece tan imposible que construir un Triángulode Penrose, que se puede apreciar en la imagen al principio del texto. Bonito, pero imposible. Y ¿quién
dice imposible? Soy yo. La imposibilidad de construir un Triángulo de Penrose
se puede aceptar, porque vivimos en un mundo de tres dimensiones. No podemos
inventar otra cosa. Al contrario a nuestro mundo físico, el mundo de
pensamientos e ideas puede integrar muchas dimensiones. Una de las más
importantes es la consciencia. Si me comprometo a hacer atención a mis
pensamientos, a mis palabras, si escucho a los demás y considero sus acciones
como parte de mi mundo que me contribuyen en mis proyectos, puedo crear
congruencia entre pensamientos, palabras, y acciones. Y si no lo logro, puedo
recomenzar.
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